Poesía

En esta página encontrarás los poemas que he escrito y armado hasta ahora. De diferentes extensiones, fechas de composición y temas, todos ellos figuran a continuación.

ÍNDICE:

Colección "Océanos en otoño"

I. Embarcarse y zarpar
II. Tu mirar, mi desencadenamiento
III. Mi rendición
IV. Silencio en la bruma
V. El mundo del cerezo en flor
VI. El ocaso del mundo
VII. Los dictados del corazón
VIII. La última parada 

Colección "Galatea y sus poemas amatorios"

I. Galatea
II. Más te alejes, en menos volverás
III. No te duermas, no por siempre esperaré
IV. Ojala que alcance con amar
V. Guía improvisada para la vida
VI. Amar a quien nos ame de vuelta

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OCÉANOS EN OTOÑO
por Joel Cavaleri


Embarcarse y Zarpar

Si realizas un viaje,
Partiendo desde de la tierra, la última parada,
Quizás te encuentres, según se creía,
En el borde del planeta, al espacio una cascada.

Pero otros dijeron, y luego probaron
Que eso nunca ocurriría.
Que volverías a otras tierras,
Que al abismo no te caerías.

Sin embargo, ahora nadie cree
Que no todo océano llega a otra tierra
Que, en un mar desconocido,
Te caigas hacia nuevos mundos,
Por conocer y descubrir, mundos escondidos.

¿Quien no quiere ser partícipe,
De una aventura sin igual?
¿Quién no ha soñado con recorrer,
De un nuevo mundo todo mar?

¿Con embarcarse en un barco,
Zarpar hacia ese continente olvidado,
Dejar atrás todo lo que nos ata,
Y empezar una nueva vida en otro lado?

Soy culpable, júzguenme,
De fantasear con lo que no existe,
De creer que es posible,
De poder hacer lo que tú no quisiste.

De sentirme atraído por algo,
Por cosas que otro creó,
Por mundos mágicos, fantasías ajenas,
Por historias que otro escribió.

¿Cómo no voy a querer,
escribir yo también una historia?
Una que me sumerja a mi mismo,
Una que de la guerra me consiga la victoria.

Que me haga sentir vivo,
Que me enseñe a creer,
Esa historia que me lleve,
Por el hermoso camino hacia el crecer.

¿Qué mejor razón para escribir,
Que el puro orgullo personal?
Al cumplir mi mayor sueño,
¿Sentirse a gusto está mal?

Éste soy yo, con mis poemas e historias,
Soy un escritor sin pena ni gloria,
Escribo por amor, escribo por escribir.
¿Soy real, soy humano? Claro que sí.

Me equivoco, me invado, me inspiro,
Me apasiono, y amo lo que escribo,
Digan lo que digan, no me va a importar.
¿Qué más grato que saber,
Que soy uno de los pocos que supo a la escritura amar?


Tu Mirar, Mi Desencadenamiento

Un poema terminó de ser escrito.
Es el más hermoso conjunto de versos...
Más bello aún que cualquier palabrerío,
En el que vos te puedas haber inmerso.

Es simple, no muy confuso.
No deja dudas, se deja interpretar.
Proviene de profundos sentimientos y es muy cierto.
Habla del corazón y su bello actuar.

Refleja el amor que se puede sentir,
Por cualquier persona en éste mundo,
Más allá de cualquier prejuicio,
Habla del amor más profundo.

La tinta con la que fue impresa esa idea,
De mil lágrimas de ángeles proviene.
Y el papel en el que fue escrito,
Del árbol de la vida fibras tiene.

La pluma es de un ave que ya no existe,
Tan hermosa que no se puede imaginar,
Alguna vez se impulsó con los cuatro vientos,
Muchas veces cruzó del planeta todo mar.

Ese poema reside hoy en un barco,
Antiguo y muy resistente,
Que sigue navegando hasta el fin del mundo,
Por el último océano, siempre mirando hacia oriente.
Por donde el sol ha sido eternamente naciente.

Ese mar es azul como el cielo,
Se puede poner oscuro como el firmamento,
Pero aquel que se atreva a embarcarse en esa aventura,
Será conocedor del origen de los vientos.

Navegando se pueden descubrir miles de secretos,
De tu vida, tus recuerdos y vivencias,
Un segundo allí te hace conocer,
Todo de ti, hasta tus creencias.

Cosas inimaginables,
En esa travesía serás capas de encontrar.
Cosas poco olvidables,
Como la sensación de verdaderamente amar.

Me gusta adentrarme en ese lugar,
Dónde tú y tú alma navegan conmigo,
Y me pierdo con tu hermoso mirar,
Cada vez que yo te miro.

Son tus ojos los que encierran todo eso.
Porque tus párpados guardan la llave,
Que abriendo miles de baúles
Me dejan entrar en tu tan profunda mirada,
Tu mirada de ojos azules.

En la que me gusta sumergirme,
Y tú disfrutas verme perderme, enamorarme.
Pero yo disfruto con saber,
Que para ello solo te basta con mirarme.


Mi Rendición

Mi mundo se ha dejado de mover.
Mi mundo se ha detenido.
Este instante, un segundo.
Por siempre recordaré haberlo vivido.

Tú me miras, yo te miro.
Y todo aquello en que creo y he creído,
Se funde en tu mirada, me he perdido.
No puedo más, me doy por vencido.

Quiero rendirme y olvidar,
Que el mundo a tu lado alguna vez existió.
Quiero ser hoy una vez más,
El tonto que de ti se enamoró.

Quiero probar el veneno de tus labios,
Y el sabor que tiene tu piel.
Quiero hacer con tigo en mil años,
De nuestro amor la más dulce miel.

Ahora mis brazos te toman con fuerza,
Nunca planeando ceder. 
Al olvido hoy no quiero entregarte, 
Nuestro amor no quiero ver perecer.

Y me pierdo en cada una de las sensaciones,
Que besarte debe ofrecer.
Despertar no quiero este día,
Ni nunca más hasta de este mundo desaparecer.

Sin ti no existen amaneceres,
Sin ti la agonía es mi sed,
Quédate a mi lado una infinidad,
Para que ni el tiempo nos pueda separar.

¡Oh, sol que iluminas mi sendero!
Déjame tu brillo una vez más ver,
Haz que el viento se difumine,
Haz que las tinieblas dejen de emerger.

Ilumina la vida de mi amada,
Como si su brillo no fuera suficiente,
Porque si tu vida tiene un sentido,
Ese es ser ocultado por la luz,
Que sus ojos hacen creciente.

Porque en otra vida habrá sido una estrella
Y en esta vida ha traído consigo,
Parte de su brillo con ella,

Luz que quiero que comparta conmigo.




Silencio en la Bruma



Disfrutando del silencio...
Que la noche ha de traer
Escuchando el viento una vez más
Viendo la lluvia caer...

El mundo en el que resido...
No es más que una ilusión,
Donde el tiempo no existe
Donde solo escucho a mi corazón.

Que grita por ser escuchado,
Pero tan solo entiendo latidos
Un infinito e incesable palpitar...
Que espera ser compartido...

La lluvia no deja de caer...
La noche no deja ver las estrellas...
Solo una voz apaga los sonidos
El viento susurra un nombre hermoso
El viento susurra el nombre de ella...


El Ocaso del Mundo
En la terraza de un edificio
En la cima del mundo,
Puedo ver las palomas 
Danzar con el viento,
Otoños profundos...

Fríos inolvidables comienzan a ceder
Las jovialidades del pasado
Ya no están más que para obedecer
A los sentimientos olvidados.

El tiempo borra hasta los recuerdos
Abril ya no es lo que fue
La prueba de fuego fue superada,
Éste año no es como imaginé.

El sueño en el que estuve inmerso
Parece haber durado meses
Hoy despierto en un mundo
Que ha cambiado con creces.

¿Qué ha decidido el destino?
¿Matar todo aquello que da paz?
El sol sigue creciendo,
Algún día no estaremos más.

Estas tierras que pisamos,
Valles de cambio se han de llamar
Todo aquello que no sirve
Tarde o temprano nos va a tapar.

Sé precavido y escucha mis palabras,
No te duermas y estate atento,
El mundo cambia minuto a minuto
El planeta muere y no tan lento.

El color de la sangre,
El sabor del fuego,
Ya se escucha venir,
Entramos en su juego.

El sol que iluminó nuestros días,
Pronto les pondrá un triste fin.
Solo pido que en ese momento,
Recuerdes mis versos, te acuerdes de mí.


El Mundo del Cerezo en Flor

Es común sentirnos anclados,
Que no hay manera de salir,
Cosas vanas nos perturban,
Nos hieren, nos hacen morir.

Pero yo no quiero permanecer,
En un mundo que no es feliz,
Que se autodestruye,
Donde sin ver, escuchas su fin.

Siendo solo un grano de arena
En el océano llamado universo.
Debe haber un lugar tranquilo,
Un mundo donde nadie esté inmerso.

Donde nadie se preocupe,
Donde no exista el sufrimiento,
Un hogar lejos de casa,
Un libro en blanco, solo paz y viento.

Y también debe haber una puerta,
Una que hacia allí me dirija,
Que me lleve a la felicidad,
Con tan solo girar la manija.

Sueño con un campo verde,
Un hermoso cerezo en flor,
Solo un cielo azul arriba,
Y en el aire, aroma a amor.

Sin embargo, toda puerta
Una llave necesita,
Hay solo una que la abre,
Que la entrada habilita.

Que me lleva a la paz,
Que me llena con felicidad.
Solo faltamos nosotros,
¿No te cansaste de la vanidad?

Ábreme la puerta
Y déjame entrar
Cánsate del egoísmo,
Y déjate amar.

Sin tu amor, yo no soy nada,
Solo otro árbol de invierno,
Otro amanecer no compartido,
Un poema no comprendido,
Un corazón sin incentivos.

Porque no hay manera ni forma,
En la que un mundo tan feliz,
Sea perfecto o hermoso,
Si no te tengo a ti.


Los Dictados del Corazón

No existe persona en este mundo
Que a todos nos pueda convencer
Que todo existe y es real,
Hasta lo que no se puede ver.

Yo creo en lo incorpóreo,
Yo creo y tengo fe.
Pero hay gente reacia,
Que no puede ni quiere entender.

Sin embargo, es una manera
De a la vida sostenerse,
De aferrarse a la realidad,
Como si todo lo fuese.

Entonces, ¿qué son los sueños?
¿Qué es sentir, amar?
¿Qué pasa al morir?
¿Qué sentido tiene vivir?

Por eso me cuesta entenderlos,
Porque ellos no lo pueden responder.
Se creen reyes de la sabiduría,
Pero no tienen un gramo de saber.

Un sueño es un deseo inconciente,
Sentir es vivir, amar es poder
Pero poder debe ser sentir, y vivir; amar.
No es difícil de comprender.

Hay cosas irreales, abstractas,
O cosas reales, que no se pueden ver.
No por eso son menos verdaderas,
No por eso nunca las vallas a ver.

Mi sueño es saber,
Mi meta es conocer.
Yo vivo para creer.
No nací para ceder.

Por tanto, sé que vine al mundo,
Algún día, desde dónde sabré,
Cuando muera sabré donde iré,
Y mientras tanto descubro el porqué.

No llegue siendo una ilusión,
Nací, y soy real
Yo vine con un propósito,
A mi destino no seré desleal.

Puedo no saber como todo funciona,
Puedo jamás llegarlo a saber.
Puedes decirme imprudente.
Pero apuesta a que lo intentaré.

Entrometido no, curioso
No quiero hacer daño,
Hambre tengo de saber.
Todo lo que se aprende con los años.

Pero algo es seguro,
No me pueden mentir.
Hay algo que se puede sentir,
Sin embargo no es un latir.

Es un palpitar emocional,
Una pasión de los sentimientos,
Algo que siente el corazón,
Pero que lejos está del lamento.
Una enorme jovialidad,
Un sentimiento verosímil,
Que no se podrá tocar,
Pero lo siento como la lluvia,
Que el otoño puede hacer llegar.

No hay nada más poderoso,
No existe nada más valioso.
Una fuerza que mueve montañas,
Un fuego que nunca se apaga.

Una sensación inconfundible,
Que llega sin avisar,
El hallazgo de tu alma gemela,
Un encuentro llamado “amar”.

¿Qué remedio más efectivo,
Que su sonrisa complaciente?
Capaz de acallar todas las voces,
Y sumirnos en nosotros, solamente.

Tal es su belleza,
Tal es su armonía,
Que me hace sentir,
Del amor, la sabiduría.

Confío en que existe una conexión.
Que el corazón siente y con verdad.
Que su decisión, puede no tener lógica.
Pero que sus fines, me causarán felicidad.

Dí lo que quieras, no podrás fundamentar.
Que lo que sentimos no existió en el pasado.
Muchos han sido afectados, cautivados
Todos hemos estado enamorados.

Entonces no contradigas,
Lo que dice tu corazón.
No escuches tus pensamientos.
Embriágate con mi amor.



La Última Parada



Solo, aquí, en la última parada,

Más que nunca, hoy te necesito
Si todo terminara mañana,
A Dios, hoy tu presencia solicito.

La estación es muy solitaria,
El silencio reina en el muelle,
Yo aquí busco tu mirada,
Y pido al cielo, que no me dejes.

Mi amor por ti ha crecido
Te has convertido en parte de mí
Hoy eres el aire que respiro
Nada es lo mismo si no estás aquí.

Si hoy termina este viaje,
Si ya no puedo dar marcha atrás,
Quiero confiar en el destino,
En que tú a mi volverás.

Como el ave vuelve a su nido,
Como el silencio sigue al sonido,
No te puedo dar al olvido,
Te necesito siempre conmigo.

Y si hemos llegado al final,
Al fin, al sol naciente
Quiero contigo ir más allá,
De la mano, caminando por siempre.

Sin rumbo, sin destino,
Solo nosotros, el cielo y el mar.
Caminemos por el horizonte,
Con solo arena en los pies,
Y de meta, al otro por siempre amar.

Quiero ser el sol que te ilumine,
Quiero ser el aire que respires,
Quiero ser el compañero que te guíe,
Y quiero ser, el único en que confíes.

Acompáñame hasta el final,
Hasta la última frontera,
Y pasemos más allá,
Para caminar en la pradera.

Toma mi mano, cálmate ya
Y nada malo jamás te ocurrirá.
Abrázame, sé mi vida, amada mía
Y te juro ante Dios, darte felicidad.

Si por capricho del cielo,
Debemos de marchar,
Hagámoslo juntos,
No los hagamos esperar.

Salgamos del mundo profano,
Paz eterna tengamos.
Acompáñame, y sin cesar,
Que yo juro por mi vida, llevarte al altar.

Porque confío en la razón,
De que por ti, late mi corazón.
Y sé que pase lo que pase,
Nadie romperá nuestro amor.

Se valiente, no hay porqué temer.
El fin es solo otro comienzo.
Hoy vivimos, quizás mañana no.
Atrevámonos a inspirar un lienzo.

No seamos quien dibuje un sentimiento,
Representemos el sentimiento dibujado,
No tengamos ningún impedimento
No demos tampoco nada por sentado.

¿Prometes como te he prometido,
Acompañarme, estar a mi lado?
Yo prometo guiarte, estar presente.
Amarte, compartir mi futuro y pasado.

Desde hoy, hasta cuando llegue el final
Yo no pienso moverme, ni serte desleal.
Aquí permaneceré, contigo, sin más.
Estar siempre y serte servicial.

Porque nadie en este mundo,
Me hizo aprender del dolor.
Seguir adelante, y contigo,
Entender el verdadero significado del amor.

GALATEA Y SUS POEMAS AMATORIOS
por Joel Cavaleri

 I. GALATEA

Y allí se mantuvo,
Cual estatua de sal
Perfilada y estática,
Cuando estaba todo mal.

Resurgió como un brote,
Que vuelve en primavera,
Y lo que hizo no importó
Por todo lo que ella era.

Una ginoide normal
Un intento de vida
Aunque ella se sintiera viva
Cruzara o no ese portal
Se mantenía firme
Atascada al metal
El viento no la derrumbaba
Ni la fuerza fluvial.
Con sus poderes inertes
Potenciada, inmortal
Todos mal la juzgaban
En juzgarla hacían mal.

Su nombre, Galatea
Su mirada, triunfal
Había vivido tanto
Y no pasado por alto
Todo lo que aferraba con vigor
Y nunca dejaría escapar.

Poco recordaba, poco le importaba
Mucho almacenaba, aunque no la movió
Ni la lucha humana, y la guerra que duraba
Todo la rozaba y ella no se inmutó.

Dicen que mantiene,
Sus pies en el hangar,
Que nunca más dijo,
Ni quiso, ni hizo
Por más que preguntaran
Se negó por siempre a hablar
Y a sabiendas de todo,
Consciente de nada,
No quiso zarpar
Cuando todos se fueron
De la Tierra partieron
No quiso marcharse
Y a su dueño dejar.

II. Más te alejes, en menos volverás.

Nada me es notificado,
nada sobrevive hasta mi.
Ni recibo nada en tu viaje,
ni dispongo de algo de ti.
Ni un beso, un respiro,
ni una palabra, cantar o mensaje.

Recuerda que sigo estando
presente, sintiendo, mirando.
Sufriendo, siendo y muriendo,
riendo, viendo, gritando.

Y lo estaré más,
cuestión de que a ti te importe.
Más ya no puedo hacer,
no he de bajar, ante ti, mi porte.

Digno eres, si quieres, de amar.
Lo que quieras, de todo haz.
Vuelve, vete, piensa en regresar.
Quiéreme, llórame o no regreses más.

Hartate, matate, no vayas a dudar.
Si vas a dejarme no te vayas a demorar.
Hazlo lento o dura un instante,

bebe tu sangre que has de derramar. 

Llora tu cuerpo, no termines más,
vive, eterno, dentro.
Vive, muere, lo verás.
Más te alejes, en menos volverás.


III. No te duermas, no por siempre esperaré

Esquivo tus ojos siempre
me avergüenzo, me limito
me dispongo a mirarte en secreto
y solo a espiarte me remito.

Sonreímos al unísono,
aunque vos no lo notás,
me encierro, encojo y reduzco,
mis acciones por demás
miras a mi lado y no te miro más.

Aguardo como nunca, paciente,
no dirijo un segundo adicional.
Pareciera que quedara durmiente
mientras veo, hipnotizado, tu pasar.

Desfilas disfrutando la atención,
que generas, a sabiendas, más y más;
adicionas a ello tu postura
tu soltura, tu locura, aparentás
que lo que generas no es siempre a voluntad
y no pretendes enviciarme, ¡qué maldad!

Qué malicia, qué egoísmo tu accionar
no compartes, tu belleza, sin igual
te me alejas, te me aíslas, te encerrás…
Si supieras que podrías encontrar
lo quieres, lo que ansías, palpitar.
Corazón a corazón anhelo estar
y sentirte en mi oído, muy bestial
luego suave, mi nombre, suspirar.

No te pierdas, no te prives disfrutar
ponme a prueba, que hasta lo imposible habré de armar.
Contruiré, para ti, un mundo ideal,
una fantasía, si la chance me has de dar.
Pruébame en tu pleitesía,
si te atreves a soñar.
Déjame ser hoy, tu fuego
que por ti, dulzura, ruego,
no se extinga, se mantenga sobre el suelo,
que a su ardor, te prometo, ser tu dueño,
que a su luz, te juro, besaré
tu cuerpo entero, a las llamas, llevaré
mientras me dejes, yo mi amor, siempre te daré.

Más no te duermas, no por siempre esperaré.


IV. Ojala que alcance con amar

Pobre serás al limitar
criterios si no has de conocer
facilitas falsas fechorías
si solo lo obvio te quedas a ver.

Picos puntudos palpitan,
pasando, permiten pasar.
Llorando se llevan la lluvia,
lloviendo ya se lo llevarán.

Caminas cantando cual calco
de vos misma, en un mundo
ideal.
Recibes seguidas miradas...
corriendo te han de
contemplar.

Tu andar, en sumo, corriente
tu cielo que guía tu pasar.
La brisa arreglando tu pelo
el camino has de caminar.

Tus cabellos, lluvia danzante
en días simila un pajar.
Siempre humedecido en perfume,
siempre de aroma a rosal.

Corona tu bello semblante,
adorna, si puede, tu mirar.
Invita a querer a acariciarlo,
si pudiera, esos labios besar.

Insisto, es tal tu belleza
que muy pocas han de alcanzar.
Tu escencia, perfume de jazmines,
tu envase, la flor primaveral.

Rocía tu aroma en mi cuello,
te lo ruego. De ahora en más,
permiteme llenarte de obsequios,
que el más grande, tu confianza, me has de dar.
Y debo, como fuere, retribuirlo.
Ojala que alcance con amar.


V. Guía improvisada para la vida

Domino, con todo mi poder,
todo lo referente a mí.
Elijo ser lo que no fui,
Por solo todas las cosas conocer.

Ansío ensancharme
de puro conocimiento;
Más no pretendo y al decirlo, no miento
Que de más yo haya de pasarme.

Porque de nada sirve, conocer por conocer.
Si hay algo que he aprendido
Por mis breves años recorridos
Es que los libros leídos no hacen al saber.

Figuro, no teniéndolo por seguro,
Que de algo más se hace la sabiduría.
No se vuelve uno sabio de la noche al día,
No se vuelve uno más ágil por vivir tirando muros.

Sepa bien, si usted me comprende,
Que no todo es como se le pinta.
No todo lo escrito está hecho de tinta,
No todo lo sabido es como uno lo aprende.

Sepa, si cree que le conviene,
Que no sirve todo libro leer.
La vida es más que saber,
Y esto también tómelo como de quien viene.

Conocimiento no es lo mismo que sabiduría,
Ya si miento, hágamelo saber hoy día.
Porque en el intento de volverlo sabio con poesía
Se le va a uno la noche, ¡ni un segundo dormiría!

Dejémoslo como toda moraleja,
Si la quiere la toma, pues si no, la deja.
No se enrosque, ni pase de vuelta
Que a pesar que la lectura, se sabe, tienta
De tanto leer caballería, como el pobre don Quijote
Queda uno, si me permite, loco del marote.
Váyase, conozca al mundo, caballo a trote
Tenga un hijo, escriba un libro y siempre un brote

Que si enseña, riega y es leído
Y permite que su amor sea compartido
La vida le hará una morisqueta,
Ella tan dulce, tan coqueta
Que si ríe, reirá en su compañía
Si llora, lo abrazará por noche y día
Si necesita, una lección le enseñará,
Si un error comete, arreglarlo permitirá.

Tome mi mano, si quiere el codo
Que sobre amor no hay escrito un modo,
Haga el bien, el bien regresará
Béseme, que si bien lo hago, también volverá.


VI. Amar a quien nos ame de vuelta

Insisto en buscar de ti, una palabra
Miro, me persigo, y no puedo evitar
A la expectativa de una respuesta estar…
Y bajo el asecho de una ansía macabra.

Tirito aunque no tenga frío
De tan solo en hablarte pensar
Quién pudiera mi pesar difuminar,
Otro que vos, corazón mío.

No lo creo, no caigo en la cuenta
De que una chance tengo contigo.
Me sorprendo de que quieras conmigo,
Amarnos, besarnos, darnos rienda suelta.

Progresamos al nivel de la teoría,
No poniendo nada en práctica.
¡Como quisiera una velada fantástica!
Como la que prometes que no será fría.

Ojala fuera mía, esa añoranza que percibo
Y esa sonrisa me la dirigieras solo a mí.
Solo aguardo lo mínimo de ti
Aunque desearía un pequeño mimo
Una caricia, un abrazo al alma
Un beso disparado, no a salva
Un impacto que termine la calma,
O sentir tu mejilla en mi palma.

Como sea, como fuere, lo que venga
Le ruego, percate mi sentir
Que tan profundo es, lo puedo describir
Ojala, si de tiempo dispone, en cuenta lo tenga.

Porque la histeria lo ha llevado a aislarse,
Y con el poder de la relación manejarse.
Feo es sentirse manipulado
Y por ende, obligado
A su persona olvidar, y de usted alejarse.

Mantenga sus pies en la tierra
Y déjeme entrar en su coraza.
Que ese corazón por el que nadie pasa,
Necesita armonía, y volver a casa
Y que le declaren la paz, y no ya la guerra.

Y es que, al igual que el mío,
De mucha atención necesita
Prepare, a sus encuentros, una cita,
Y arregle una velada exquisita,
Para que no se ahogue en el de los lamentos, el río.

Ya que si algo he aprendido,
En este camino recorrido,
Es que buscar cariño a tientas
No es lo mejor, es sabido
Y hay que amar a quien nos ame de vuelta.

HECHICERÍA
por Joel Cavaleri



1. Laureles titánicos

Debajo de nuestras camas,
se esconde algún que otro temor,
siempre altertas, a la expectativa,
siempre deleitándose de nuestro pavor.

Horrible es aquello que nos provocan,
que nos mantienen despiertos
y no dejan dormir,
¿Qué será lo que los motive
hasta matarnos así,
de miedo y sin desistir?

Sadistas en todo su apogeo,
disfrutan de mi incesante llanto,
y vaya que no hay peor cosa
que no tener manto,
para dentro aislarnos de su siseo.

Nos tiran hacia abajo y hacia atrás,
nunca hacia arriba y adelante.
Ojala levantáramos nuestro semblante
y desde ahora aspiráramos a más.
Porque no por nada este humilde pensante,
que conoce de este tema bastante,
aconseja vivir en paz,
y dejar los miedos detrás.

No se necesitan fórmulas secretas,
ni recetas, ni instrucciones;
salvo para cada treta,
valernos de nuestras convicciones.

Y zarpar.
Y volar.
Y atreverse, y moverse.
Y soñar.
Y amar.
Y ser todo, y querer ser más.
Y no ser nada, y aún así ser más.

Y vivir, y servir,
o dormir, o escribir,
o ser quien queramos
aunque no seamos nadie.
O ser quien viva,
aunque nos demos cuenta tarde.

Pero deberíamos atrevernos...
juntar coraje, aunque sea algo titánico.
Porque no podrás ser romántico
si te quedas así, estático;
Ni robar corazones,
si de verdad no te pones,
ni lograr nada si no vences ese miedo,
si no te pones incómodo,
ni alcanzar un objetivo,
si no te pones subjetivo,
ni decirle "no te olvido"
o "quiero estar contigo",
si primero no te armas de valor
aunque te represente casi un dolor.

Escucha lo que digo,
si al leerme eres mi amigo;
todo se resume a este consejo,
tú tómalo o déjalo:
cuando decidas lo que quieres,
no te duermas en los laureles.


2. Hechizo de sueño

Que reposes sin perturbación,
que descanses sin meditación,
que duermas en placer efímero
o sueñes eternamente,
pero que ninguna alteración
interrumpa de forma u otra
tu breve hibernación.

Con los ojos abiertos,
en cama o de pie,
duerme tranquilo,
que te hace falta, lo sé.

Que no tengas pesadillas,
así duermas en mesas o sillas,
abrazado o en soledad,
que duermas en simultaneidad,
con tus respiraciones tranquilas,
aún si la luz te ilumina,
que aguardes postrado sin desfallecer,
a que pase la luna y llegue el amanecer.

Que rías en sueños,
seas quien mande más,
o vueles, o te alejes,
para no regresar jamás.

Que en paz descanses,
luego de tremenda jornada,
y que aunque duermas solo,
te sea de compañía la almohada.
Y que te abriguen los sueños,
y te abrace el sopor,
y te venza el cansancio,
y no sufras dolor,
ni fatiga ni olvido,
ni despierte un suspiro...

Deseo que vivas,
mientras yo siga vivo,
que me mires como yo te miro,
que duermas tranquilo,
y si por fin lo logras,
que sueñes conmigo...


3. Conjuro de libertad

El ancla que soltaste en el mar
El lazo que al mástil te une
Suéltalos todos, quédate impune
Mira hacia el cielo y comienza a volar

La cadena que a la roca aprisiona
La espada que a la pared te encierra
Si tu deseo es dejar esta Tierra
Te pido encarecidamente: razona

No hay porqué sentirse esclavizado
Atado a las costumbres impuestas
No te lleves los problemas a cuestas
Ni vivas toda tu vida atormentado

Olvida lo acontecido con anterioridad
No sufras por esas ataduras
¡No existen, cabeza dura!
¿Qué ejemplo le das a la posteridad?

¿El momento? El presente
¿La razón? El deseo ardiente
¿El destino? El que más te guste
¿Mi consejo? Que no te asustes

La libertad atemoriza
¡Demasiadas posibilidades!
¿Pero qué mejor que las calamidades
Para matarnos de la risa?

¿No son esos momentos
 Los de mayor felicidad,
Cuando dejamos los lamentos
Y nos soltamos a la verdad?

Da alegría el sentirse libre
El despegarse, el viajar
Da pavor el alejarse
Pero es fácil de soportar

Y si extrañas, puedes regresar
Si no lo haces, puedes naufragar
Si te sientes solo, no eres el único
Porque eso siempre se siente de súbito

Siempre habrá quien te acompañe
Quien te haga compañía
Y siempre habrá quien algún día
Zarpe en tu busca y ya no aguarde

Tu llegada puede esperar
Pero es urgente tu partida
Coincidamos la tuya y la mía
Y juntos viajemos sin chistar

¿qué tanto hay que pensar
Cuando tu corazón se decide?
¡Actúa ahora, antes de se olvide!
Siempre es buen augurio eso de amar

Y si sientes convicción
En querer partir por estar cansado
Vayamos, no pongas objeción

Que nada es más lindo que estar enamorado.

Brujo has de ser

Brujo has de ser,
Yo te creo hasta adivino.
Qué no daría porque fueras mío,
Y en tu encantos poder caer.

Anticipas mis palabras,
Mi actuar, mi responder.
Ya me parece hasta macabra,
Tu forma de hacerme enloquecer.

Ni un suspiro, ni un soplido,
Se me escapa contemplando,
Tus facciones en tu rostro blando,
Al que quisiera besar este estío.

Cercano, mundano,
Como quieras permanecer,
No padezcas, no fallezcas,
Que poco queda para perder

en la vida. Despierto,
Soñando o profetizando,
De forma tal como creas santo,
¿será lo que digas todo cierto
o perderé el tiempo hablando?

Suena tu sórdido sazón
Saboreando sales y salmón
Todo ingieres, todo sabes,
Así será si caes, por menor o
Por mayor. Yo te quiero
Como seas, raquítico o glotón.

El Sabio

Él abrió con ternura,
la puerta de la biblioteca.
Ese era el lugar que amaba.

Y cual vislumbrando los estantes,
que los libros adornaban,
Con delicia alcanzó un tomo,
de lo que para él era la meca.

Se perdía por las tardes, entre ávidas lecturas,
Y a su casa regresaba con el corazón hinchado.
Todo ese mundo de palabras lograba asombrarlo,
Y poco le interesaba otra cosa que las aventuras.

Aunque lo llamaban los dramas,
los romances y los policiales,
le gustaba saber de los autores,
en especial de los que solo conocía,
su apellido y las iniciales.
porque más que el bien,
Le gustaban los males
De los que nada sabia,
O de los cuales luego miraría.

Pero él todo conocía,
Cada libro saboreó
Si no los leía, los hojeaba,
Y aquel que le gustaba, se lo leyó.

Y si al principio no lo atrapaba,
Con pesar lo abandonaba,
Luego lo atacaba la conciencia,
Y lo agarraba con más paciencia.

Así, despacito, avanzó.
Poquito a poquito,
Lo que su corazón dictó,
El hizo, sin poner objeción,
Sin pensarlo, sin dudarlo,
Hasta que todo conoció.

Y sabía de muchas ciencias,
De todas las ramas de las artes,
Y de escucharlo, lograba enamorarte,
Porque de todo tenia conciencia.
Estaba, y no estaba, sabía y existía,
En su inexistente omnipresencia
En su soledad rodeado de gente,acá
En su sobriedad embriagado de repente,

Cuando era capaz de todo lo que quería,
Hizo una última petición,
Que no lo adularan por su sabiduría,
Sino que lo inmortalizaran todos los días,

Lo celebraran,
como a la vida debían,
Lo recordaran,
como solo la humanidad podía.

Que no negaran que él existió
Ni lo entregaran al cruel olvido,
A ese rincón de la mente, frío
Y penoso, abominable estío.

Que lo amen, como él a todo amaba
Que a la vida den, lo que ella les daba.
El hombre pidió
que por favor se lo recordara,
Por un momento, una única jornada

Como la naturaleza que adornaba
Con flores la primavera,
Como él llego a apreciar,
Todo lo que el mundo era.

Así pidió, así se hizo,
Y el mundo jamás lo olvidó,
Aún cuando no hubo
nadie que lo recordara,
Su legado en la tierra quedó.
Porque la vida que engendró,
Más conocimiento heredar permitió,
Y cual ser que en otro reencarna,
No fue tan claro como lo hizo,
Pero sin irse a ningún lado, se despidió.


Cruel novedad

¿Seré egoísta
Seré pesimista?
¿Seré un idiota,
Que de la verdad dista?

¿Seré callado,
Seré obstinado?
¿Seré enamoradizo
O de corazón arponeado?

¿Estaré bien,
Estaré equivocado?
¿Sabré responder
Ante un problema dado?

¿Tendré razón,
Me habré confundido?
Cruel novedad
que abruma mis sentidos;
malditos cambios
que llegan repentinos.

Tan ruin su destino era

Tan afligido estaba,
Que en pesar se retorcía.
Tan confundido se hallaba,
Que ni expresarse podía.

Tal era su congoja
En ese otoño maldecido,
Que al caer la última hoja
Terminó por corrompido.

Oprimido, un estío,
Tan ruin su destino era
Que no atendía al consejo: espera.

Si suspendía una temporada,
O el tiempo que más aguantara,
Quizá hasta hubiera recurrido
O entregádose, vencido
A ver lo que la vida le tendía
Un día cuando el frío ya pasara.

Su verdad, abstraída
Proveída de cordura
Sin control y sin mesura,
Disparó a la oscuridad.

Esa noche, cuando amaneciera
Tras toda adversidad
Y pasado el cruel tormento,
Congelado, sepultado,
Nacería un veintiuno
El primer retoño taciturno
De la joven primavera.

Lilith

Tan angelical como demoníaca
Tan bondadosa como maníaca
Se te tildó de todo, hasta de irreal
Se te adjudicó el bien, como también el mal.

¿sos la súboco del ívoco?
¿Sos verdad o un mero equívoco?
Dios te hizo, bien que lo dijo,
Después te deshizo y se contradijo.

Si escapaste del Edén,
Y de hecho te fuiste,
¿por qué entregarse al desdén,
Por qué no volviste?

Volverte maligna,
Perder todo cariño,
Ignorar a las niñas,
Raptar a los niños.

¿De qué te sirvió,
Cuáles fueron tus motivos?
¿Será que te entregaste, al fin
A tus instintos primitivos?

Sé impoluta,
Sé veracidad.
Sé falseable,
Sé incredulidad.

Idealista, escéptica,
Sé el reflejo,
De tu diferencia idéntica.

Serás prueba, error.
Traerás tanta alegría,
Como también dolor.

¿Circunnavegarás el mundo,
Tan altiva y vengativa
En tu malestar profundo?

¿Recrearás la malicia,
Azarosa en cada cosa
Que te aleje de la justicia?

“Huye; escapa”.
Así diremos a los niños
Que sueñen que los atrapas.

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